FRANKENSTEIN
O EL MODERNO PROMETEO DE XXI
CARTA
5
24 de Diciembre de 2021
Querida Cherry:
Ya han pasado 15 días desde mi última carta y no te vas a
creer todo lo que nos ha podido ocurrir, Marcus y yo estamos más unidos que
nunca y esta unión ha despertado en mí una extraña sensación
hacia Marcus que no había sentido antes por nadie.
Habíamos finalizado nuestra criatura y he de decir que nos había
quedado bastante bien, era una tarde de un miércoles cuando decidimos
despertarla y empezar a enseñarla los conocimientos básicos, John, Robert y
Marcus esperaban fuera mientras que el profesor William, Ann y yo nos
encargábamos de conectar todo lo necesario para despertarla. Nada más habíamos
conectado los cables y encendido el motor, cuando ocurrió algo con lo que no
contábamos, la energía necesaria para alimentar el ordenador central que
contenía toda la información que le íbamos a implantar, era demasiada,
notábamos a nuestro alrededor como el aire se iba cargando de electricidad, les
pedí a Ann y al Sr Williams que desconectásemos los cables, no merecía la pena
acabar con todo el proyecto por una mala conexión pero no quisieron escucharme,
parecía que su único objetivo estaba en esa criatura que, poco a poco, se iba
moviendo en la camilla improvisada. Cuando estábamos a punto de finalizar el
proceso, se nos agotaba el tiempo, estábamos tirando demasiado de la red
eléctrica de la zona y pronto los vecinos avisarían a la compañía de la falta
de luz, se produjo un cortocircuito, la sala se llenó de humo y fuego justo en el
momento en el que ella abría los ojos, se despertó aterrorizada y salió huyendo,
nuestros compañeros que estaban fuera no pudieron detenerla, era demasiado
fuerte y demasiado rápida para ellos, Ann y el profesor por ser los q más cerca
estaban de los cables se quemaron y en cuanto a mi ,querida hermana, de no ser
por Marcus ahora mismo no estarías leyendo esta carta,; nuestros compañeros, al
ver el fuego, entraron corriendo a socorrernos, solo yo conseguí salir con
vida, no corrieron la misma suerte nuestros amigos. Fuimos trasladados al
hospital más cercano donde tuvimos que inventarnos una rocambolesca historia
sobre el inicio del fuego.
Ya han pasado 8 días desde que me dieron el alta y aún me
sigo culpando por sus muertes.
Estaban todos tan centrados en que volviera a casa que se
les olvido que nuestra criatura había desaparecido y esa es la razón por la que
te estoy escribiendo esta carta desde Honduras. Nada más regresar del hospital
decidimos emprender un viaje hacia el sur, puesto que la mayor parte de su vida
anterior la había pasado en Brasil. Nuestra primera parada fue México, nos
dedicamos durante tres días a buscarla día y noche, parecía que se la hubiese
tragado la tierra , hasta que llegamos a un pequeño pueblo en el que nos
dijeron que hacía unos días había pasado por allí una mujer con rasgos
similares a los que nosotros describíamos que parecía tener mucha prisa.
Abandonamos México y partimos hacia Guatemala, continuando
con los países en los que sabíamos que había vivido alguna vez a lo largo de su
vida humana y, al no encontrarla, decidimos continuar nuestro viaje hasta l El Salvador, y desde un pequeño
pueblo en la frontera te escribo esta carta.
Ay, hermana han
pasado ya muchos días y seguimos sin noticias de nuestra criatura, pero algo me
dice que está muy cerca de nosotros.
Te prometo que en la siguiente carta te contaré todos los
avances que hayamos conseguido.
Un beso de tu hermana que te quiere y te añora mucho.